Victoria justa para el Desigual en un partido que se caracterizó por su dureza.
Hubo varios tramos del encuentro en los que el equipo rival se dedicó más a dar patadas que a jugar. Lástima porque, en mi opinión, son un buen equipo que si se dedicara a jugar al fútbol en lugar de comportarse como niñatos (no todos, por supuesto), podrían conseguir mucho en la Liga.
En fin, lo mejor una victoria que nos afianza en la parte tranquila de la tabla.
Tengo que decir que estoy muy orgulloso de cómo se portó el equipo en el partido porque fuimos capaces de estar serenos ante el empate del rival y buscar nuestro momento para volver a adelantarnos en el marcador, cuando otras veces nos hemos venido abajo, y porque nos mantuvimos firmes ante las patadas y provocaciones.
El partido se desarrolló de manera bien distinta en sus dos mitades. En la primera tuvimos el control del balón la mayor parte del tiempo. Esta superioridad se materializó en dos goles (Raúl, encañonó desde la frontal del área y Paco estuvo listo para aprovechar un muy buen pase de Jurado a la espalda de los defensas). 2-0 al descanso. La segunda mitad comenzó de la peor manera para nosotros pues el Requiem logró marcar al minuto de juego con un gran tiro desde la izquierda colocado con efecto al segundo palo ante el que Juanan no pudo hacer nada. Eran minutos de desconcierto para el Desigual ante el empuje del rival. Poco después llegó el empate en una jugada embarullada dentro de nuestro área pequeña. 2-2 se encendían las alarmas. Entonces llegó la jugada que marcó el partido. Balón largo en despeje de nuestra defensa. Jurado lucha por él, gana el choque con el defensa rival y se dispone a entrar en área contraria para encarar al portero. En ese instante recibe una patada por detrás sin ninguna intención de jugar el balón. Se revuelve y empuja al que le había pegado. El árbitro resolvió el lance con roja para los dos. En mi opinión fue justo porque, si bien entiendo perfectamente la reacción de Jurado ante la patada sin sentido y para hacer daño del defensa, no puedo aprobar su comportamiento (y creo que él lo ve así también), pero son momentos de calentón.
Creo que el parón que produjo esta jugada con las expulsiones y toda la tangana que se montó nos benefició, porque enfrió el partido, que en ese momento dominaba con peligro el Requiem, e hizo que nos centrásemos en buscar el gol de la victoria. De modo que nos ordenamos atrás, con David ejerciendo de mariscal en el centro del campo y buscamos la contra. El gol llegó tras una buenísima jugada de David por banda izquierda y asistencia para que Manu empujara adentro de la portería. Faltaban 5 minutos para terminar y supimos mantener el resultado con cabeza.
El árbitro estuvo mal. Favoreció que se dieran más patadas de las necesarias al no sancionar más duramente las primeras, incluso anuló un golazo de vaselina de Francis por no dejar la ley de la ventaja en una acción del partido.

Un saludo. Manu