Comienzo esta nueva sección del blog en la que intentaré hablar de los entrenadores que a mi juicio darán que hablar en un futuro no muy lejano si nada ni nadie lo impide. De siempre me ha gustado estudiar entrenadores, su forma de entreno y de plantear partidos. Hoy, os hablaré de Juan Carlos Mandiá.

Juan Carlos Mandiá nace en Alfoz (Lugo) en el año 1967 y muy pronto marchó a Madrid a jugar en el Real Madrid debido a una prueba de madurez que le hicieron en la antigua Ciudad Deportiva dirigida por el mismísimo Molowny, entrenador en su momento del Real Madrid. Su trayectoria como futbolista fue de un largo bagaje, comenzando en el Castilla para posteriormente pasar a jugar en el Real Madrid donde no tuvo muchas oportunidades. Marchó al Español y de ahí al Celta, equipo de su tierra donde consiguió un ascenso a la máxima categoría del fútbol español y fue un indiscutible en los cuatro años que formó parte del conjunto celeste. Del Celta se fue al Logroñés, y de éste pasó al Córdoba C. F. para dar sus últimos coletazos en este mundillo, logrando ser un fijo en las alineaciones de Escalante y ascendiendo a Segunda División en el histórico Cartagenazo. Al año siguiente (2000), después de haber jugado 12 partidos con el Córdoba en Segunda División, colgó las botas.

Según sus entrenadores, era un tipo que siempre estaba preocupado de las alineaciones, que siempre preguntaba por qué se hacía una defensa de tal modo o por qué se contraatacaba. Una persona muy inquieta y con afán de aprender, tanto que se sacó los carnets de entrenador siendo todavía jugador en activo.

Su trayectoria como entrenador comienza en los escalafones inferiores del Real Madrid donde ya empieza a destacar, marchando en la campaña 2002 a un Logroñés hundido en lo económico y en lo social, que luchaba por volver a Segunda División. Mandiá consiguió meter al conjunto rojiblanco en la extinta liguilla de ascenso, que acabó llevándose el Cádiz C. F. Acabó su contrato y Mandiá quedó libre. En 2004, de nuevo volvió a una situación parecida: El Hércules C. F. se encontraba en crisis deportiva y se optó por este entrenador para intentar el retorno del histórico equipo alicantino a la Segunda División. El Hércules quedó subcampeón de grupo y subió a Segunda. Primer gran triunfo de Mandiá como entrenador. Al año siguiente, en plena crisis institucional del Hércules, Mandiá y parte del consejo de administración fueron destituidos. Le volvieron a abrir las puertas de la Ciudad Deportiva, por medio de su amigo Michel, que le designó para guiar al Castilla a Segunda División, hito que no pudo conseguir quedando quinto en su grupo, pero que no pasó desapercibido el juego realizado por los chavales ya que este verano no le faltaron ofertas de equipos de la Categoría de Plata.

Este verano vuelve al Hércules con plenos poderes, al más puro estilo inglés, de entrenador y de General Manager y confecciona una plantilla temible en la Segunda División y con un juego muy plástico. Se considera un entrenador atacante, con una defensa agresiva bastante adelantada. También da por buenos recursos como el balonazo o la estrategia, aunque para él nunca deben ser la base del equipo, sino balas que puedes gastar en un determinado momento. No es un equipo que toque el balón hasta adormecerte como la Selección Española, se asemeja más al prototipo de equipo inglés de hachazos constantes, de transiciones rápidas, jugando siempre en ¾ de campo. Si quieren ver un buen partido de fútbol, vean al Hércules.

Hasta la próxima..