Este finde se celebró, como ya informamos en nuestra web, el primer Torneo de Fútbol Sala organizado por la Cofradía del Sepulcro. En primer lugar felicitar a la organización, en especial a nuestro amigo Antonio Castro, porque todo se desarrolló perfectamente. Enhorabuena y esperamos que haya muchos torneos más como este.
La participación fue destacable. 12 equipos repartidos en 3 grupos de cuatro de los que pasaban los 2 primeros y los 2 mejores terceros. Partíamos como uno de los cabezas de serie pero esta ventaja no fue tal ya que 2 de los 3 equipos con los que compartíamos grupo eran bastante fuertes.
Pasamos como uno de los 2 mejores terceros, lo peor, que jugábamos el domingo a las 9 contra uno de los equipos más fuertes: el Bezoya, clasificado en primer lugar de su grupo.
Nos presentamos a jugar 6 el domingo (Juanan, Dani, Jorge, Paco, Zuri y yo) y nuestro míster Weto. El rival, como ya he dicho, uno de los más fuertes ( a la postre el mejor, ya que ganó el torneo unas horas después). Antes de comenzar conocíamos su juego porque los vimos el día anterior. Sabíamos que iban a moverse mucho y a rotar para intentar descolocarnos y crear huecos a nuestra espalda. Planteamos un partido defensivo (al más puro estilo Desigual), con una defensa en zona que evitaba volvernos locos con los movimientos de los rivales. Este sistema exigía una concentración máxima e intensidad de juego alta para llegar a las ayudas. Como ellos presionaban muy arriba, basamos nuestro ataque en buscar a Paco como pivote, para que bajara el balón y esperase la subida de los laterales o se la jugara él, así alejábamos el balón de nuestro área y minimizábamos el peligro. El partido empezó con un dominio total del rival que tocaba y atacaba estrellándose contra nuestra defensa una y otra vez. Por nuestra parte salíamos rapidísimos a la contra (se nota el buen físico que nos ha dado el F-7) aprovechando la sorpresa del rival. Pronto nos pusimos por delante con una falta que Zuri convirtió en gol con un tiro muy inteligente por debajo de la barrera. 1-0 y nosotros a lo nuestro, defensa sólida y que vengan... En estas llegó el segundo con un golazo de Paco con la izquierda. 2-0 y se encendieron las alarmas del equipo contrario que hasta entonces ( y a partir de nuestro partido) se había dedicado a arrasar a sus rivales. Éramos conscientes de que ellos podrían marcar en cualquier momento, pero no nos volvimos locos ni se escucharon voces desde del banquillo. Nuestra estrategia estaba funcionando a la perfección. Nos marcaron el primero en un fallo de marcaje (que podía pasar a cualquiera) un poco antes del descanso. La segunda parte transcurrió igual sólo que ellos nos atacaban con todo y apenas podíamos salir en ataque. Nos defendimos como jabatos. Sin embargo cayeron el segundo el tercero en contra. 3-2. Nos habían remontado. Hay que decir que no nos pillaron a la contra ni una sola vez en todo el partido y que fue gracias a la concentración y el compromiso que se demostró allí. Con la remontada, el rival viéndose ganador, se puso a tocar abajo perdiendo tiempo. Nosotros a lo nuestro, a evitar un cuarto gol que nos hubiera sentenciado. Cuando faltaban 3 minutos, Weto pidió tiempo muerto. Era nuestro momento. Cambiamos la estrategia y nos fuimos a por el partido descaradamente. Paco, que estuvo inmenso, peleó un balón y tiró a puerta con rabia, el portero se disfrazó de Green y entró. Gol! 3-3 y un minuto para el final. Defendimos hasta el último segundo sus embestidas desesperadas y sólo paramos de correr cuando sonó el pitido final. Lo habíamos conseguido. Le acabábamos de dar toda un lección de fútbol sala a los mejores (con mucha diferencia) del torneo, con inteligencia y explotando al máximo nuestras virtudes. La tanda de penaltis es una lotería, pero teníamos la esperanza de pasar a semis, lo que nos daría la oportunidad de luchar por ganar otra copa para el equipo. No tuvimos suerte y nos eliminaron 3-2. Felicitamos a los chavales y ellos a nosotros porque fuimos los únicos que les plantaron cara y que los tuvieron verdaderamente contra las cuerdas.
Partidazo de los 6 que fuimos. No sólo por correr, sino porque fuimos inteligentes, consensuamos una estrategia y jugamos en base a un objetivo común. Por eso no fueron capaces de derrotarnos y fuimos capaces de dejar al equipo 5º.