Ronaldinho, el mejor jugador del mundo hace un año y pico, atesora una gran calidad, se le compara ya con Zizou para entrar en el selecto club de los cuatro grandes (Di Estefano, Pelé, Maradona y Zizou). Ronaldinho es muy bueno, pero sin pasarse. Es un jugador para ser el centro de referencia de un equipo, que jueguen todos para él, como pasa en el Barça, que tiene detrás a Xavi, y a la par a Deco e Iniesta. En el mundial de fútbol de Alemania 2006, la selección brasileira naufragó, y nuestro Ronaldinho no era ni una sombra de lo que es en el Barça. Ahí está la prueba de que no está hecho para un superequipo, ya que cuando se le junta gente de su misma clase (Kaká, Adriano, Ronaldo, etc) la tortilla cambia, y no tira del carro.